sábado, diciembre 12, 2009

Trabajo final

Compañeros: finalmente quedó listo mi trabajo final para el seminario del Dr. Linares. Comparto con ustedes un pedacito del mismo cuyo título es "El nacimiento de la mentalidad empresarial". Saludos.


El annus mirabilis de 1492 pone en marcha el «éxtasis marino» europeo con tres de sus grandes avatares: 1) la extraterritorialidad, 2) el desierto moral, y 3) el nacimiento del espíritu empresarial. Los tres forman la cripto-realidad de la configuración esencial del modo de ser de la Modernidad. La expansión sostenida del sistema-mundo capitalista, que desde entonces se ha verificado con una penetración universal creciente, no se entiende sin la triada marina echada a andar por los descubridores y conquistadores postmedievales. Si bien los factores cruciales de dicha expansión habían comenzado a operar desde poco antes, con el germinal plexo de relaciones socio-económicas que daría como resultado el moderno sistema social desencadenado con el intenso intercambio mercantil de Venecia y sus instituciones de apoyo estructural al mismo: seguros, bancos, casas de préstamo, fue sólo porque mediante la deriva dirigida oceánica dejaron atrás para siempre los europeos las amarras morales de una rancia metafísica eclesiástica, pudieron configurar un mundo nuevo en el que todo, absolutamente todo, fue moldeable, utilizable y reconfigurable a voluntad. Peter Sloterdijk lo ha puesto en estos términos: «En la globalización náutica confluirán durante toda una era todo lo que los europeos inquietos emprendieron por desembarazarse de sus viejos anclajes esféricos e inhibiciones locales. Lo que aquí se llama inquietud reúne, sin distinción, espíritu empresarial, frustración, vaga esperanza y desarraigo criminal»...

jueves, noviembre 05, 2009

La artificialidad y la transformación de las relaciones sociales


(ESTIMADOS COLEGAS COMPARTO CON USTEDES ESTE FRAGMENTO DE MI TRABAJO FINAL QUE ESTA RELACIONADO CON MI TESIS, OJALÁ SEA DE SU INTERÉS Y ME PUEDAN APOYAR CON SUS VALIOSOS COMENTARIOS)

Quizá Ana Cuevas no se percate de las implicaciones profundas antropológicas que implica concebir al ser humano como un ser transformador que produce artefactos físicos y biológicos. Para explicar cómo la artificialidad no sólo implica la creación de objetos el análisis de la artificialidad no puede quedarse en el estudio empírico de objetos aislados como lo hacen Cuevas y Negrotti, un cierto reduccionismo en el análisis explica porqué Cuevas no concibe a la piedra que utiliza el chimpancé para romper la cascara de una nuez como un artefacto aun cuando las evidencias antropológicas señalan que esa actitud fue el comienzo de la senda humana, Cuevas no entiende que la inserción social de un objeto para satisfacer necesidades sociales convierte a ese objeto en un artefacto, una piedra usada para detener una puerta es ya un artefacto porque cumple una función útil que sólo se explica por su subsunción a un mundo cultural aún cuando sus propiedades físicas materiales sigan siendo idénticas al de una piedra en una isla desconocida; Simondon parece estar más cerca de un análisis dialéctico de este fenómeno al explicar que la concreción de la artificialidad implica una red de artefactos interrelacionados, el merito de Simondon está en que no sólo ve objetos aislados sino una red de relaciones; nosotros, siguiendo la tradición marxista, debemos añadir que la creación de artefactos expresa no sólo un aspecto de una cadena de producción que se globaliza con el capitalismo en una extrema división mundial del trabajo (una red de objetos interelacionados), además esa red expresa la red de relaciones sociales, es producto de un “nudo” de relaciones sociales de producción históricamente determinadas; pero quizá lo más asombroso es que la relación inversa también es verdadera, a saber: la evolución de lo técnico (fuerzas productivas) implica la transformación social del sujeto, así el hombre transforma la naturaleza en valores de uso determinados que expresan determinadas relaciones sociales y esa transformación cambia con el tiempo esas propias relaciones y al hombre mismo. La complejidad concreta de este fenómeno histórico no puede reducirse a la descripción de objetos aislados, después de todo, como señala Hegel, lo concreto es concreto porque es la síntesis de múltiples determinaciones.

La transformación técnica del mundo explica la transformación del animal en hombre, en concreto explica el proceso de hominización, esta transformación inversa es asombrosa: de manera muy simplificada, con el objetivo de poner de relieve la óptica correcta del marxismo y la ruta correcta dialéctica de Simondon, podemos decir que la historia del surgimiento humano se comprende en relación con las revoluciones tecnológicas que transforman al mono en hombre. Desde hace más de 4 millones de años, cuando aparece el Australopithecus, hasta hace unos dos millones de años dominan las leyes de la biología para explicar el comportamiento y la vida de estos ancestros nuestros, sin embargo, su transformación hacia la ruta humana se debe, fundamentalmente, a la fabricación de herramientas posibilitadas por la liberación de la mano y la postura bípeda; el género homo se define por su relativa independencia de pautas biológicas a favor de patrones culturales determinados por la base material de producción, especialmente por su capacidad de fabricar herramientas específicas; el primer paso que nos separa del reino animal se dio con las primeras herramientas de piedra (conocidas como técnica olduvaiense) que fueron legadas por el homo habilis hace unos dos millones de años; la interacción entre el hombre y sus fuerzas productivas, por un lado, y la naturaleza cambiante por el otro, nos lleva, con el homo ergaster y el homo erectus, al siguiente salto hace poco más de un millón de años con una tecnología superior (tecnología acheliense) y con la domesticación del fuego; hasta este punto lo más probable es que las fuerzas productivas obligaran a estos hombres prehistóricos a ser carroñeros más que cazadores constituyendo el periodo histórico conocido como paleolítico inferior o fase inferior del salvajismo; las mismas contradicciones que nos llevan del habilis al erectus nos llevan del erectus al los sapiens-arcáicos, especialmente al neandertal (hace unos 300 mil años), los cuales con una tecnología superior (conocida como técnica levalloisiense o musteriense) comienzan a demostrar una capacidad de simbolización y abstracción propiamente humanos y, específicamente con los neandertales, la capacidad de conquistar los climas helados de la última glaciación y a la caza de presas mayores como los enormes mamuts, abriendo el paleolítico medio o fase media del salvajismo; el final de la glaciación (fin del pleistoceno) somete a prueba a estos protohumanos de los cuales surge triunfante el sapiens-sapiens que ya había surgido y cohabitado con las sapiens arcáicos hace más de 100 mil años demostrando una capacidad de adaptación tecnológica con la que no contaban las otras especies humanas. Es nuestra propia especie la que da el gran salto cultural hace unos 40 mil años durante el apogeo del comunismo primitivo y con el surgimiento de una diversidad tecnológica sin precedentes que muestra todo el potencial del modo de producción comunista de la edad de piedra representando el paleolítico superior o fase superior del salvajismo; esplendor bruscamente interrumpido, hace unos 13 mil años, por el corto periodo mesolítico que prepara finalmente a la trascendental revolución neolítica hace unos 12 mil años donde entramos al periodo conocido como barbarie.

El surgimiento de las clases sociales y, posteriormente, el estado (fenómeno conocido como civilización) nos muestra, por otro lado, un punto de inflexión decisivo impulsado por primera vez hace unos 12 mil años fundamentalmente por con la llamada “revolución neolítica” o el surgimiento de la agricultura y la ganadería. Éste salto brusco en la historia nos muestra de manera muy clara y diáfana el papel del desarrollo de las tecnología (fuerzas productivas) en la transformación de las relaciones sociales y del conjunto de la superestructura social; representa una de las confirmaciones más espectaculares de las ideas fundamentales del materialismo histórico. Este salto resulta clave pues se puede estudiar de una forma “químicamente pura” el surgimiento de las clases sociales con todas sus repercusiones en todos los aspectos de la cultura; proceso que comienza con el surgimiento de jefaturas y termina, hace unos 6 mil años, con el surgimiento de un monstruo llamado estado, y con éste nace la escritura, la arquitectura, la filosofía, la astronomía, la religión.
Hemos hecho este repaso de la prehistoria humana porque muestra hasta qué punto la creación de artificialidad nos crea a nosotros mismos en el terreno físico, cultural, social. El hombre no sólo crea un mundo cultural, transforma humanamente el mundo transformándose a sí mismo.
ATTE: David García Colín (no se porqué demonios mi nombre aparece como SUTIEMS en el Blog). Saludos a todos

lunes, octubre 26, 2009

Texto protegido

Uno de los textos de Lore está protegido con encriptación (imagino que tiene que ver con el Copyright), es el que está en inglés y no podrán verlo en Scribd. Quizá lo mejor es que hagamos fotocopias del mismo.
Saludos.

domingo, octubre 11, 2009

Crichton, el indispensable

Polémico y creativo como fue, Michael Crichton, a casi un año de su muerte, no deja de ser actual, aquí, parte de la Introducción a su magna novela Parque jurásico (Barcelona, Plaza y Janés, 1991), con relación a los comentarios del Dr. Linares sobre la miopía estructural de muchos científicos (o, más bien, tecnocientíficos, por utilizar el témino que puntualmente el doctor maneja en su libro Ética y mundo tecnológico ):

«La revolución biotecnológica difiere de las transformaciones científicas anteriores en tres aspectos importantes:
»Primero, está muy difundida. Norteamérica entró a la Era Atómica a través del trabajo de una sola institución investigadora, en Los Álamos. Entro en la Era de las Computadoras a través de los esfuerzos de alrededor de una docena de compañías. Pero hoy las investigaciones biotecnológicas se llevan a cabo en más de dos mil laboratorios sólo en Norteamérica. Quinientas compañías de gran importancia gastan cinco mil millones de dólares anuales en esta tecnología.
»Segundo, muchas de las investigaciones son irreflexivas o frívolas. Los esfuerzos por producir truchas más pálidas para que sean más visibles en el río, árboles cuadrados para que sea más fácil cortarlos en tablones y células aromáticas inyectables para que una persona tenga siempre el olor de su perfume favorito pueden parecer una broma, pero no lo son. En verdad, el hecho de que se pueda aplicar la biotecnología a las industrias tradicionalmente sujetas a los vaivenes de la moda, como las de los cosméticos y el tiempo libre, hace que crezca la preocupación por el uso caprichoso de esta tecnología nueva
»Tercero, no hay control sobre las investigaciones. Nadie las supervisa. No hay legislación federal que las regule. No hay una política estatal coherente ni en Norteamérica ni en parte alguna del mundo. Y, dado que los productos de la biotecnología van desde medicinas hasta nieve artificial, pasando por cultivos mejorados, resulta difícil instrumentar una política inteligente.
»Pero más perturbador es el hecho de que no se encuentren voces de alerta entre los científicos mismos. Resulta notable que casi todos los que se dedican a la investigación genética también comercian con la biotecnología. No hay observadores imparciales. Todos tienen intereses en juego» (pp., 9-10).

sábado, septiembre 19, 2009

Correos electrónicos

Desafortunadamente la presentación en PPT pierde calidad al subirla a Scribd, pero si alguno está interesado en verla con buena calidad, con gusto se la envío a su correo; sólo pásenme sus e-mails a mi dirección: guillenfree@yahoo.com.mx, además de que les puedo enviar de una vez el e-book (muy bueno, en PDF) de Naturoids de Negrotti, según me pidió el Dr. Linares que lo hiciera, ya que será la segunda lectura del autor que hagamos.
Saludotes.

Resumen global y esquemático de Sloterdijk

Dejo la liga a la presentación en Power Point completa (37 láminas), general y esquemática, de lo que expondré el martes. Espero que les guste.
Saludos.

http://www.scribd.com/doc/19955856/Resumen-Global-Sloterdijk

viernes, septiembre 18, 2009

¿Es usted humano?

Una de las cosas que estuve haciendo el pasado miércoles 16 de septiembre, fue bajar e-books como enajenado de Gigapedia. Hubo un punto en que antes de darme acceso al enésimo libro que iba a bajar, el sistema me puso uno de esos cuadritos con letras estilizadas para que, a su vez, yo las reescribiera en un espacio para ello. Al hacerlo, puso la siguiente leyenda: "Se ha detectado un gran número de descargas desde su IP en muy poco tiempo. Queremos saber si usted ES HUMANO, así que por favor llene el siguiente recuadro...".
Saludos.

miércoles, septiembre 16, 2009

Esquema general Sloterdijk

En la liga de abajo encontrarán el esquema sintetizado de la presentación sobre Normas para el parque humano. El PPT completo incluirá citas, más esquemas y explicaciones de estos; esta versión es para tener una idea global de lo que se comentará y discutirá.
Saludos.
http://www.scribd.com/doc/19796294/Esquema-Sloterdijk-V1

martes, septiembre 15, 2009

La clase de los bioartefactos

En la última sesión lancé un poco al aire la idea de que si un bioartefacto (por ejemplo, los animales de zoológico que mencionaba la compañera veterinaria) pierde sus cualidades funcionales históricas, entonces, es un artefacto sin más; a eso se agregó el comentario de Cesar de que, de acuerdo con una investigación de Darwin, las especies en cautiverio recuperaban sus funcionalidades históricas al cabo de un par de generaciones. Sin embargo, la experiencia contemporánea en zoológicos, según terciaron las expertas, parece abonar en contrario, afirmé que la especificación de la clase de los bioartefactos quedaría atada al functor de posibilidad, debido a que quedaría fijada como un condicional al que no se podría "eternizar" (véase sobre la "eternización" la Filosofía de la lógica de Quine, capítulo 1), sino solamente tratar en todo caso como una clase comprobable por observación empírica con todas las complicaciones lógico-metodológicas que eso acarrea. Intentará hacer la formalización de todo esto en días próximos para que no quede tan en el "aire".
Saludos... que beban rico (los que beban) en estas "fiestas patrias" (¿cuál festejo?, ¿qué patria?)

sábado, septiembre 12, 2009

Spacebrain

En la línea de los artistas visuales interesantes, posmodernos y atrevidos, cuyas visiones vienen a cuento con algunos de los temas del seminario, aquí les dejo la liga al sitio del alemán (aunque hace tiempo que trabaja en Noruega) Spacebrain. Personalmente conocí su obra por medio de las instalaciones que preparaba para los shows de una de las mejores bandas de Black Metal de las últimas dos décadas: Mayhem. Échenle un ojo, se me hace que les va a gustar.
Saludos.

http://spacebrain.no/

Sloterdijk y Horowitz

Mucho les recomiendo vean la pieza, que quita el aliento, contenida en la liga a YouTube que hago más abajo. Tiene que ver con una poderosa afirmación que hace Sloterdijk en En el mismo barco, en la que meciona el trabajo de Vladimir Horowitz, que ya comentaremos en su momento.
Saludos.

http://www.youtube.com/watch?v=XhnRIuGZ_dc

Wallerstein el indispensable

Sobre un comentario del Dr. Linares acerca de que nunca en la historia las modificaciones ambientales habían tenido las dimensiones actuales, la siguiente cita de Immanuel Wallerstein abunda y abona:

"Los dilemas ambientales que enfrentamos hoy son directamente resultado del hecho de que vivimos en una economía-mundo capitalista. Todos los sistemas históricos previos transformaron la ecología, y algunos sistemas históricos previos incluso destruyeron la posibilidad de mantener un equlibrio viable en determinadas áreas que habría asegurado la supervivencia del sistema histórico existente allí, pero sólo el capitalismo histórico, por el hecho de que ha sido el primer sistema que abarcó todo el globo y por el hecho de que ha expandido la producción (y la población) a tasas antes inconcebibles, ha llegado a amenazar la posibilidad de una existencia futura viable para la humanidad. Lo ha hecho esencialmente porque en este sistema los capitalistas lograron anular en forma efectiva toda capacidad de otras fuerzas para imponer limitaciones a su actividad en nombre de cualquier valor distinto a la acumulación incesante de capital. El problema ha sido justamente Prometeo desencadenado".

(Wallerstein, Immanuel, Conocer el mundo, saber el mundo, México, Siglo XXI Editores-UNAM-CIICH, 2007, p. 95.)

lunes, septiembre 07, 2009

BLADE RUNNER

Quisiera resaltar la importancia que se da a los ojos en la película Blade Runner.
Por una parte, el científico a quien se visita para buscar información es el encargado de crear los ojos de los replicones y la forma de matarlo es a través de ellos. ´De igual manera, al creador, al "padre", se le mata penetrando al cerebro por los ojos.
Por otra, el jefe de los replicones habla de lo que sus ojos han visto. A través de esas experiencias "vivídas" y del significado que él les da, este personaje valida su existencia con un valor, por lo menos igual, al valor de la vida de los humanos. Su vida, como la de los humanos, vale porque tiene un sentido. Este sentido se ha originado a través de percepciones sensoriales que producen una representación en el cerebro.
Los ojos, como órganos sensoriales, son especialmente importantes en el mundo actual que está lleno de imágenes.
Los replicones buscan ser felices, pero como bien aseguraba Aristóteles, la felicidad no se puede dar un un período corto de tiempo. Se necesita una vida entera (no cuatro años) para lograr ese estado de felicidad.

domingo, septiembre 06, 2009

Blade Runner

Me llama mucho la atención que para identificar a un replicon de un ser humano, se aplique una prueba de empatía (incluídos los animales). Yo no he leído el libro, pero esto se explica en el enlace de Wikipedia sobre el libro. También se explica que el libro detalla jerarquías entre los seres en la tierra: ¡y los animales están en el nivel más alto como los más valorados!, luego siguen los humanos y al final los androides. Me parece bien interesante que un tema central sea la empatía hacia los animales y que en eso radique tu "humanidez" (que yo entiendo como lo que te hace humano). Pareciera que ponerse en el lugar de otro, cada vez es más difícil. Creo que hemos perdido esa capacidad y eso nos convertiría en ¿replicones?. Y esta escena de la peli donde el jefe de los replicones rebeldes libera a la paloma ¿significará que es necesario que muera el diferente para que lo que consideramos bueno perdure?, o tal vez no entendí.
La frase que me impactó: "Es duro vivir con miedo ¿verdad?, en eso consiste ser esclavo"...

Exposición "Petit mal"

La obra que más me interesó fué el tren que se topaba con obstáculos una y otra vez, andando y desandando su camino. Me parece que le sucede lo mismo a la tecnología. Como dice Jorge Riechmann en su libro "Biomímesis", la tecnociencia actual no es mimética con la biosfera. En un mundo lleno de gente, la tecnociencia enfrenta avances, pero también retrocesos: cuando la tecnociencia rebasa la forma de nuestro mundo, ocurren catástrofes, que a mi parecer son esas barreras que no permiten que lo artificial se integre a lo natural.
El cuarto rojo de Cildo Meireles (Desvío al rojo) me provocó náuseas.

jueves, septiembre 03, 2009

blade runner ...

El gusto por las profecías autocumplidas disfrazado de “cliché”, ¿refrán?, dicho popular, o, en el mejor de los casos, idea predominante de “nuestros tiempos” es, sin duda, una fuerte razón para empezar a temer que tanto la literatura como los argumentos cinematográficos planteen, y en un sentido inminente, el devoramiento de la existencia humana por la tecnología (o el debatido concepto de artificial) y es que si “la realidad supera siempre a la ficción”, dichas expresiones artísticas parecen esbozar la antesala no sólo de nuestra decadencia sino de nuestra extinción.
Pocos son los ejemplos que tengo a la mano debido a mi escaso conocimiento en cine y literatura de ciencia ficción, pero desde Star wars hasta Matrix, pasando por esfuerzos menos comerciales –aunque no siempre bien logrados- como Fahrenheit 451, o por la obra de George Orwell, 1984 (al parecer antecedente inmediato del big brother y profética representación de la función enajenante de la tecnología), y llegando hasta Inteligencia artificial (versión “humanizada” de Robocop y Terminator), y el cándido y bien musicalizado Wall-e; dos factores en común entretejen lo que “visualizamos” por futuro….
Blade Runner, no me parece la excepción. Al margen de la profunda y, a mi modo de ver, casi conmovedora representación de la muerte de dios, y el glorioso “All those moments will be lost in time, like tears in the rain…”-glorioso sólo por su contexto-, el argumento no escapa de la “rebelión de la técnología” y de aquello que, en general, superficialmente juzgamos de sobrante, trillado y, asombrosamente, ¡lo ficticio!: la “love story".
Pues bien, sobre estos dos ejes que conducen el plano de la ficción (por mucho que otros factores las hagan narraciones diferenciables) creo que es pertinente detenernos un poco.
Si colectivamente predomina conciente o inconscientemente la idea de que la ficción se ve superada por la realidad ¿no nos estamos predisponiendo –y con demasiada antelación- a una finitud provocada, como si nosotros mismos estuviéramos ansiosos por construir el escenario idóneo para nuestra destrucción, como si nuestra insoportable naturaleza finita se hiciera de pronto soportable por un autoaniquilamiento, por un “ganarle” a la naturaleza, a nuestra naturaleza? O bien, si en efecto es nuestra naturaleza concebir la Naturaleza tal cómo ella lo haría, ¿no resulta algo denunciante que como resultado de la “inteligencia artificial”, de ese soñado logro de la autonomía, siempre se visualice una rebelión, una rebelión hacía el creador? Porque, cabe decirlo, lo “insoportable” de nuestra existencia, de nuestra libertad, nace también de la sospecha de un “creador”. Por otro lado, y al margen de las especulaciones futuristas, ¿no es también sospechoso que, al menos desde la instauración judeo-cristiana, la historia de occidente se halle cómoda con la mercancía apocalíptica? Porque, ciertamente, “el fin de los tiempos” vende, y mucho: vende salvación, vende temor, vende ambiciones, vende morbo y, en algunos casos, hasta esperanza; factores que reditúan, por ejemplo, en limosnas, armas, reproducción en masa y hasta taquillas!…
La venta de la esperanza creo que debe competerle a la filosofía, el discurso no puede ir a la par de la evidente degradación del medio ambiente por las innovaciones tecnológicas, sino mediado por la convicción de que ese impulso “natural” que es presentir la desaparición del mundo tras la propia muerte es sólo el inicio para experimentarse dentro del ethos como horizonte de sentido, pues tal como el mundo no se originó con nuestro nacimiento, no perecerá con nuestra muerte y sólo bajo la conciencia de que lo verdaderamente “natural” es la llegada de otros, los avances de la ciencia –y conste que no sueño con un regreso- dejarán de tener un camino lineal (el de la producción y el desecho) en un mundo que nos muestra que su “función y su forma”, es decir, su “esencia” es circular (el del reciclaje que sin intervención humana se da en la naturaleza).
¿Cómo sería esto posible? Me parece que toda narración ficticia “intuye” la respuesta, y digo “intuye” como forma ínfima de los alcances de la razón porque no deja de ser un planteamiento antropoformizado: el amor. Sí, ese aspecto vinculante que nos inhiere y que en su forma más comercial se nos presenta como sexuado (en el más morboso de los sentidos) es, sin embargo, en su sentido más originario, el único salvoconducto a nuestro “regreso a la tierra”. Si las teorías y el propio desarrollo del tejido social han conceptualizado (¿o reducido?) la acción creadora como homo faber y/o a animal laborans, bien puede ser tarea de la filosofía elevarla a sujeto amante, homo lover o cualquier concepto que, sin pecar de cursilería, desentrañe desde lo más racional de nuestra naturaleza la capacidad de pertenencia, y con ello de vinculación, armonía y respeto, al mundo. Una consideración de esta índole tal vez reconduzca nuestra prospectiva, siempre y cuando, desantropoformicemos al remitente de nuestro amor.

miércoles, septiembre 02, 2009

Algunas precisiones respecto a la ciencia ficción...

A manera de introducción a la exposición que habré de realizar el martes próximo sobre la película Blade Runner, considero de utilidad compartir algunos puntos que caracterizan a su género de origen.
Adelanto que la finalidad no es sugerir una definición de la ciencia ficción pues las herramientas del discurso teórico, con su jerarquización de los géneros narrativos, regularmente obligan a ignorar una gran parte de los textos para seleccionar ejemplos, en ninguna forma representativos y que, además, revelan una tendencia a la apología; a justificar mediante sus posibilidades de atracción al canon el estudio de la cultura popular. Cabe aclarar, sin embargo, que esto no quiere decir que todos los esfuerzos por comprender a la ciencia ficción realizados hasta el momento sean inútiles, simplemente habría que tomarlos con precaución y tratar de rectificar sus puntos más débiles.
A continuación, reproduzco un fragmento de mi tesis de grado donde retomo algunas de las ideas más provechosas para dilucidar el funcionamiento del género, igualmente válidas para el medio en que se presente: el “novum” y el “extrañamiento cognoscitivo”, propuestos por Darko Suvin; el “paradigma ausente” de Marc Angenot y el “mega-texto”, como lo maneja Damien Broderick. Espero que el enfoque les resulte interesante para iniciar nuestra discusión.





[…] En el texto Metamorfosis de la ciencia ficción, Suvin identifica al género por el empleo de un novum, o elemento novedoso, que domina al resto de la narración y provoca distanciamiento en el lector. El novum es un elemento ajeno a la realidad empírica del autor o, al menos, ostensiblemente distinto, sin que por esto llegue a ser insólito. Es decir, el novum debe poder aceptarse como posible por el razonamiento lógico y las reglas cognoscitivas de su momento:

Si bien la credibilidad de la CF no depende de la explicación razonada dada a un
relato en lo particular, el significado de toda la situación ideada en él
depende, en última instancia, de que "la realidad a la cual desplaza, y
por lo tanto interpreta", sólo sea interpretable con base en el horizonte
científico o cognoscitivo (Suvin 99).


Sin tal requisito, este género se confundiría con el fantástico, donde prevalece la duda sobre el carácter —natural o sobrenatural— de los acontecimientos en la narración. Los nova que instituyen a los universos de la ciencia ficción no son sobrenaturales; a pesar de no coincidir con la realidad empírica, están dispuestos conforme a sus leyes y, frecuentemente, siguen también estrategias de extrapolación y especulación fincadas en el método científico.
La ciencia ficción no desestabiliza ni sustituye a la realidad empírica, únicamente la desfamiliariza y la expande al superponer los mundos que, con todo y sus elementos discontinuos, ha construido a partir de ella:

Los lugares, objetos y en general los mundos de la CF no son entonces
verificables por su empirismo, sino por la ilusión de realismo —otorgada por la
ilusión de verificabilidad y plausibilidad— que crean. El extrañamiento de
Suvin, pues, está afincado en la paradoja de que el mundo de la CF será
cognoscible —comprensible— a pesar de estar alejado de la realidad empírica
justamente por estar organizado a partir de la creación de una ilusión de
verificabilidad (Novell 198-99).



Esta paradoja, que distingue la ligazón del género con el mundo empírico, no se encuentra exclusivamente en el nivel de la representación, donde forzosamente se le requiere como referente aunque no concuerde con él; aparece, además, en el nivel del discurso y le empuja a generar tácticas que posibiliten la inteligibilidad de sus innovaciones. Angenot comenta:

From a semiotic point of view, then, SF characteristically is fictional
discourse based on intelligible syntagmatic rules which also govern, and are
governed by, delusive missing paradigms (10).



En otras palabras, para presentar los nova, el discurso de la ciencia ficción hace uso de unidades inexistentes en el lenguaje común (fictive words) que apelan al conocimiento internalizado de sus normas y aparentan formar un paradigma;[1] esto gracias a la relación de cogobierno establecida con la estructura sintagmática del texto:

In this regard, SF is a u-topia (no-place) both through its ideological
influence and in its mode of decipherment: As in a utopia, the reader is
transported from a locus or place —the actual syntagmatic sequence— to a
non-locus or no-place, the paradigmatic "mirage" which presumably regulates the
message. I therefore hold that SF is not determined by any direct relationship
between its fictional given and the empirical world, but by the relations
—inherent to the fictional discourse— between syntagm and paradigm (Angenot 12).



De acuerdo con lo anterior, el sentido de los paradigmas no se improvisa; depende directamente de su vinculación con los sintagmas dentro de un contexto específico. Parece contradictorio que Angenot utilice, entonces, los términos non-locus y no-place para describir el sitio desde el cual el lector realiza su interpretación, pero no lo es si se considera que, al carecer de referentes en la realidad, los paradigmas de la ciencia ficción están efectivamente “ausentes” y que sólo asoman “ilusoriamente” a través de la analogía, la contigüidad o la inversión —por mencionar los ejemplos más comunes— con otros signos insertos en el sintagma.
Pero aún hay otra peculiaridad en el discurso del género que, a modo de compensación semiológica, apoya al lector a deducir su significación: la tendencia a establecer un “mega-texto”.
Broderick rescata, en Reading by Starlight (57), este término adoptado por Christine Brooke-Rose para describir el cúmulo de conocimientos precedentes (geográficos, históricos) que facilitan la economía e interpretación de un texto realista y, su subversión, por parte de Tolkien, con la creación de un detallado prontuario sobre el universo del Señor de los anillos, del que declara:

[…] it is treated as if it existed, except that instead of allowing an economy
of description and ensuring a general effect of the real, it needs on the
contrary to be constantly explained (since it is unfamiliar) (Brooke-Rose 243).



Dentro de la ciencia ficción, en cambio, este mega-texto acuna a cada obra y funciona como una red semántica mediante la cual pueden reconocerse los elementos novedosos de su discurso, al menos nominalmente. Por ejemplo: para el lector que por primera vez se encuentra con el concepto de un holoshow (Tiptree 79-136), quizá sea difícil imaginar que se trata de la transmisión del rango de experiencias —en un ambiente controlado que recrea el cómodo formato de las telenovelas— de una elite de estrellas virtuales dirigidas remotamente por algún humano sin mayor trascendencia; pero una vez saltado este escollo, tendrá menores contratiempos para descifrar que en el simstim (Gibson, “Burning Chrome” 179-228) las impresiones del operador son entregadas vía feedback a un espectador que le sigue, le observa y le siente. Finalmente, un holotube (Cadigan, “Rock On” 34-42) no ofrecerá desafío si se le imagina como una “radio” capaz de emitir estímulos nerviosos, regularmente sinestésicos, generados por la previa traducción de una pieza musical.[2]

The element in sf which Brooke-Rose appears to have slighted, at severe cost to
her analysis, is the extensive generic mega-text built up over fifty years, even
a century, of mutually imbricated sf texts. When novelties like hyperspace and
cyberspace, memex and AI (Artificial Intelligence), nanotech and plug-in
personality agents are very quickly taken up as the common property of a number
of independent stories and authors, we have the beginnings of a new mega-text
(Broderick 59).



Es común que con el paso del tiempo algunas de las adiciones a este mega-texto se conviertan en iconos.[3] No obstante, dada la naturaleza discontinua de la ciencia ficción, éstos nunca adquieren sentido unívoco, ni sostienen valores prescritos como sucede dentro de otros géneros.[4] Los iconos en la ciencia ficción son inestables; cada autor los utiliza a manera de variaciones sobre un tema que, por un lado, mantienen la congruencia del género al compartir semejanzas y evocar ciertos vectores de asociación y, por otro, exigen ser construidos desde la especificidad del universo narrado.
Este enfoque del mega-texto y los iconos permite observar los patrones de repetición que dan estabilidad a la ciencia ficción como género y, al mismo tiempo, resalta las características de innovación y extrañamiento que la distinguen[5] porque, sin importar que el lector pueda estar familiarizado con los temas o las imágenes que se le presentan y esto le proporcione herramientas interpretativas, su significación debe actualizarse distintamente en cada texto.
La ciencia ficción es, entonces, un género acentuadamente intertextual que se apuntala y se renueva de continuo a través del diálogo entre los elementos legados por cada generación de autores; un género que se nutre de su propia historia —muchas veces trascendiendo medios— y que, por ello, demanda una forma especial de lectura, como advierte Broderick:

[…] only readers inducted into the sf mega-text web or intertext —only ‘native
speakers’ of its grammar, as it were— will be competent to retrieve/construct
anything like the full semiotic density of a given text, most of which will
overflow or escape the ‘realistically’ sanctioned definitions of the words in
the fiction, not to mention their unorthodox schemata of
combination.
This is certainly not immediately
obvious to the inexperienced reader, and helps explain why many capable but
uninitiated readers recoil in utter bafflement at sf-conventionalised rhetorical
moves in the narrative, as well as from a textual surface which seems bizarrely
under-determined (63).



[…]

Bibliografía

Textos teóricos
Beristáin, Helena. Diccionario de retórica y poética. 1985. México: Porrúa, 1997.
Broderick, Damien. Reading by Starlight. Postmodern Science Fiction. London and New York: Routledege, 1995.
Brooke-Rose, Christine. A Rhetoric of the Unreal. Studies in Narrative and Structure, especially of the Fantastic. Cambridge: Cambridge University Press, 1981.
Sobchack, Vivian. Screening Space. The American Science Fiction Film. 1980. New Brunswick and New Jersey: Rutgers University Press, 1987.
Suvin, Darko. Metamorfosis de la ciencia ficción. Sobre la poética y la historia de un género literario. 1979. México: Fondo de Cultura Económica, 1984.
Wolfe, Gary K. The Known and the Unknown. Ohio: Kent State University Press, 1979.

Artículos en revistas
Angenot, Marc. “The Absent Paradigm: An Introduction to the Semiotics of Science Fiction.” Science Fiction Studies 17. Volume 6. Part 1. (Marzo 1979) 9-19.

Trabajos de investigación
Novell, Noemí. “Literatura y cine de ciencia ficción. Perspectivas teóricas”. Tesis de doctorado. Universidad Autónoma de Barcelona. Barcelona, 2008.

Textos literarios
Cadigan, Pat. (1984) “Rock On.” Sterling. 34-42.
Gibson, William. (1982) “Burning Chrome.” Burning Chrome. 1986. New York: Harper Collins Publishers, 2003. 179-228.
Sterling, Bruce, ed. Mirrorshades. The Cyberpunk Anthology. New York: Arbor House, 1986.
Tiptree, James. (1974) “La muchacha que estaba conectada”. Ciberficción. Antología de cuentos. Ed. Ricardo Bernal. México: Alfaguara, 2001. 79-136.

Filmografía
Star Trek: The Next Generation. Creado por Gene Rodenberry. Paramount Television, 1987-1994.

[1] “Clase u objeto susceptible de análisis dentro del cual se interrelacionan otros objetos (elementos) conmutables, capaces de sustituirse unos a otros dentro de un contexto, es decir, capaces de ocupar el mismo lugar en la cadena sintagmática.” (Beristáin 386)
[2] Habría que incluir también al holodeck, sistema capaz de generar interesantes simulaciones históricas, científicas, literarias, muy útiles para el aprendizaje de los personajes en el universo de Star Trek: The Next Generation.
[3] Wolfe aclara respecto a éstos: “Like a stereotype or a convention, an icon is something we are willing to accept because of our familiarity with the genre, but unlike ordinary conventions, an icon often retains its power even when isolated from the context of conventional narrative structures” (16). Tal es el caso de las naves espaciales, los extraterrestres y los robots, entre otros.
[4] En el campo de la cinematografía Vivian Sobchack explica: “In certain groupings of films, then, the visual units which manifest —and often dictate— character, situation, and action have been examined as those elements which not only link the films together, but which also carry meaning and emotional nuance beyond their physical particularity in any one film. Because these elements of visual content appear again and again in film after film, they have become visual conventions or icons, pictorial codes which are a graphic shorthand understood by both filmmaker and audience” (65). Estas unidades, sin embargo, sólo alcanzan todo su potencial figurativo en géneros con un contexto históricamente determinado como el Western o el Gangster film. En la ciencia ficción —exenta de fronteras temporales y espaciales— la reiteración de un motivo no conduce inevitablemente a asignarle un significado consistente, puesto que su tratamiento varía de filme a filme e incluso, durante el transcurso de la misma película (68).
[5] “Basic to the very definition of most genres is stability in characteristic situations, emblems, actions and types of conflict and personality-response —it is why one chooses to discern/construct a category out of a catalogue. SF is different, being, as we have seen, at least by vocation a mode grounded in a novum” (Broderick 60).

Blade-Runner 27 años después


Publiqué una versión ligeramente modificada de este texto en el suplemento Arena del periódico Excélsior en julio del 2002, con motivo del vigésimo aniversario de Blade-Runner. Espero que les guste.

Saludos.

martes, septiembre 01, 2009

Sloterdijk

Continúo con la investigación para la presentación sobre Normas para el parque humano, de Peter Sloterdijk que irá necesariamente ligada a la argumentación de En el mismo barco. Por lo pronto, releyendo la parte inicial de Esferas I, Burbujas (Barcelona, Siruela, 2003), encontré este pasaje interesante para el tema del Seminario:
"La inhalación de vida era un procedimiento técnicamente supertécnico, que durante el periodo entero del pensar metafísico-religioso hubo de ser pensado en exclusiva como patente de Dios. No obstante, los relatores del Génesis extienden su mano hacia ese plus, proque remiten el espíritu de Adán a la acción capaz de alguien que trabaja con las manos o con el aliento.
"Desde entonces, la teología altamente cultural es también la teología del máximo saber-hacer y la interpretación del todo del universo a la luz de un principio de fabricación. Dios es un éxtasis de la idea de competencia que abarca la producción del mundo y de las subjetividades informadas con él. Con el pensar teo-técnico se instaura la obsesión europea por el ser-capaz-de-hacer. Se podría uno abandonara a la siguiente sospecha: la historia misma, como proceso de la técnica, obedece a la regla: lo que era técnica secreta de Dios ha de convertirse en un proceder humano público. ¿Lo que llamamos historicidad quizá no sea otra cosa que la cantidad de tiempo necesaria para el intento de repetir humanamente la artimaña de Dios?" (pp. 45-46).

lunes, agosto 31, 2009

Mixturas de la cultura pop


La portada del disco (discazo, por cierto) de 1986 de Iron Maiden, Somewhere in Time, a cargo de Derek Riggs, tuvo como base la imaginería cyberpunk de Blade Runner. Un dato interesante es que el tema preludio de los conciertos de esa gira (Somewhere on Tour) era el "End Titles" de Vangelis para el soundtrack de Blade Runner.

Añado el arte de la portada y la liga al video de "End Titles"/"Caught Somewhere in Time" perteneciente a un Bootleg inglés: http://www.youtube.com/watch?v=bNWngTF_8aI

Prueba

Prueba.

viernes, agosto 28, 2009

Exposición Petit Mal en el MUAC

Vean la exposición Petit Mal en el MUAC y suban un comentario. Por cierto, no se pierdan la muestra del trabajo de Cildo Meireles.



Sobre los parásitos tecnológicos, reproduzco el texto de ficha:


Una invasión de varias especies de parásitos robots hechos a partir del reciclaje de desechos tecnológicos de distintas clases (equipos industriales, electodomésticos, telefonía celular, computadoras, etc.) Estos organismos [sic] subsisten a costa de fuentes de energía generadas por la especie humana. Su hábitat natural es el urbano en donde pueden encontrar suministros naturales de energía. Los parásitos se hacen presentes utilizando sobre todo elementos sonoros; su interacción con el ambiente no es pasiva, algunos tienen incluso la capacidad de apropiarse de sonidos ajenos, jugar con ellos y reproducirlos. GILBERTO ESPARZA






La mejor pieza en el museo es, para mi gusto, esta torre de Babel:

miércoles, agosto 19, 2009

Corazón "bioartificial"

Para complicarnos un poco más la semántica y la ontología que vamos a tratar de elucidar en este seminario, en el siguiente artículo de El País se hace referencia a "bioartificialidad", con la noticia (no desmentida hasta ahora) de que el equipo de Doris Taylor, de la Universidad de Minnesota, ha podido "fabricar", artificialmente pues, a partir de células madre un corazón de rata que funciona.
Vean la nota completa y el sitio de la Taylor en donde está el video.