Sobre Edgar Morin

El Método. La Humanidad de la Humanidad. La Identidad Humana.
Edgar Morin. Cátedra, 2003.
Primera Parte. La Trinidad Humana. Capítulo Primero.

Soledad Ansaldi

Introducción
El autor a lo largo de esta obra realiza una reflexión acerca de quiénes somos en tanto seres humanos. De esta manera, considera que todas las artes y ciencias desde su propio ángulo han aportado su saber acerca de la naturaleza humana y a pesar de ello solo nos concebimos en fragmentos aislados, escapándose así la compleja realidad de la identidad humana. Es justamente este modo de conocimiento (fragmentación científica) lo que nos aleja de una comprensión de la complejidad del ser humano.
Tampoco, dice el autor, hay que reducir lo humano a lo humano, ya que la humanidad misma comporta la inhumanidad. El conocimiento de lo humano debe ser más científico y filosófico de lo que es, debe ser introspectivo, por ello la importancia de estudiar la esclavitud, el genocidio, ya que estas inhumanidades son reveladoras de la humanidad.
De esta manera la propuesta de Edgar Morin es realizar una integración reflexiva de los diversos saberes que conciernen al ser humano. Se trata, dice el autor, no de adicionarlos, sino de unirlos, articularlos e interpretarlos.
En fin, el conocimiento de lo humano que propone Morin es complejo, ya que considera los siguientes aspectos:
El sujeto que estudia está incluido en el objeto de estudio.
Concibe unidad y diversidad humana.
Incluye a todos sus aspectos: físicos, biológicos, psicológicos, sociales, mitológicos, históricos, entre otros.
Concibe al homo, no sólo como sapiens, faber y oeconomicus, sino también como demes, ludens y consumas
Alía la dimensión científica a las dimensiones epistemológicas y filosóficas.
Encuentra un sentido a las palabras perdidas por la ciencia: alma, mente, pensamiento.

Parte Primera. La trinidad humana.
Capítulo Primero. Del enraizamiento cósmico a la emergencia humana.

1)- El enraizamiento cósmico.
En esta primera parte del capítulo primero el autor se pregunta ¿quiénes somos? y sostiene que conocer lo humano no es separarlo del universo, sino situarlo en él.
La tierra en tanto satélite del sol, se sitúa en un universo en expansión que se ve arrastrado a una aventura de constante creación y destrucción. El ser viviente es una máquina fisicoquímica pero organizada en forma compleja, dotada de características únicas, complejas y desconocidas en el mundo molecular del que ha surgido. Así, aquello desconocido en el resto del mundo molecular es la organización termodinámica de la vida.
Surgimos del mundo físico, y éste no responde a leyes estrictas, sino que está librado a un gran juego de orden/desorden/interacciones/organización. Para explicarlo el autor utiliza el concepto de bucle recursivo (concepto que permite pensar los procesos de autoorganización y autoproducción, circuito donde los efectos retroactúan sobre las causas y donde los productos son en sí mismos productores de lo que produce, esta noción permite superar la de causalidad lineal) para ilustrar como en el universo los efectos interactúan sobre las causas, en tanto que el planeta tierra surge de un tumulto y se autoorganiza a través de los desórdenes que en éste se producen.
En este contexto el desarrollo de la hominización obedece para el autor a una dialógica (noción que alude a una unidad compleja que se compone de antagonismos que se mantienen, complementa, oponen y combaten entre sí) entre armonía y cacofonía.
Así y por lo anterior, el hombre es el ser viviente que posee la singularidad de ser sapiens-demens, conjugando en su ser racionalidad y delirio. De esta manera el autor refiere “El cosmos nos ha credo a su imagen” (Pag.30, Morin, 2003) concluyendo que el hombre es creado a imagen del cosmos: nace de una catástrofe y se dirige hacia una dispersión generalizada.

2)- Del enraizamiento biológico
La tierra se ha autoproducido y autoorganizado en su dependencia del sol, en un complejo biofísico en desarrollo con la bioesfera; a su vez de la tierra ha surgido la animalidad y una rama de ésta ha devenido humana.
El ser humano lleva en si la unidad bioquímica y la unidad genética de la vida. Y por ello, posee para el autor las siguientes características singulares:
· Hiperviviente: ha desarrollado en forma inaudita las características de la vida, ya que expresa en forma las cualidades egocéntricas y altruistas de la vida, como así también la creatividad viviente.
· Metaviviente: a partir de sus aptitudes cognitivas crea nuevas formas de vida: psíquicas, mentales y sociales.
· Hipermamífero: marcando hasta la edad adulta la simbiosis infantil con la madre y por ello la prolongación de la curiosidad psíquica.
· Hipersexuado: su sexualidad deja de ser gestacional y deja de estar localizada en los genitales para invadir todo su ser.
· Superprimate: que ha transformado en caracteres permanentes rasgos provisionales de los simios superiores (bipedismo, utilización de útiles, inteligencia y curiosisdad).
Nota: con respecto a esta noción de hiper, se debe considerar lo aportado en clase por el Dr. Linares en tanto lo hiper representa la hibridez como característica distintiva de la naturaleza humana, hibridez que alude a la desmesura y ruptura con las características típicas del resto de la especie.
Morin concluye este apartado reflexionando acerca del sentido de la inteligencia individual y la organización social: las carencias de nuestros órganos se transformaron en motivaciones a buscar, encontrar e inventar.

3)- El gran despegue: la hominización
Hace 6 millones de años un rama del orden de los primates comienza la hominización, produciéndose la humanidad hace 200 mil años.
Los estudios revelan que la bipedación y el uso de útiles se desarrollaron como respuesta a un desafío ecológico (progresión de la sabana y regresión del bosque).
De esta manera el autor destaca que la hominización es discontinua, caracterizada por la aparición de nuevas especies y la desaparición de las precedentes. En este proceso de desarrolla el lenguaje humano y con ello la cultura, en tanto capital transmisible de generación en generación. Para el autor el lenguaje humano se caracteriza por la doble articulación, donde las frases se descomponen en electos sonoros (los fonemas) desprovistos de significación las que a su vez se asocian en unidades provistas de sentido (palabras) que a su vez dependen del contexto (frases):
En este proceso de hominización destaca el autor dos características que le son propias:
Cerebralización: se complejiza la organización cerebral y con ello se desarrolla la aptitud para adquirir y crear.
Juvenilización: prolongación de la infancia, en tanto período de plasticidad cerebral que mantienen en la curiosidad psíquica en el adulto.
Estos dos elementos son los que permiten, en opinión del autor, la emergencia del lenguaje, la cultura y con ello la complejidad social.
Otra vez y para concluir el autor alude al concepto de bucle entre la Naturaleza y la Cultura: proceso de autoorganización y autoproducción que rompe con la idea tradicional de la linealidad de la causalidad, ya que en esta relación los efectos retroactúan con las causas.